sábado, 5 de noviembre de 2011

LA CONFITERÍA DEL MOLINO RESISTE…A PESAR DE TODO!

Cuando paso por la esquina porteña de Rivadavia y Callao, (justo enfrente del Congreso Nacional), no puedo evitar detenerme y  observar,- con una mezcla de sentimientos-, de arriba hacia abajo (y viceversa), una antigua y, lo que fue, una lujosa  construcción. Allí  yacen orgullosas, las ruinas de la histórica Confitería “Del Molino”. Busco quizás, tratar de comprender que vericueto burocrático, impide devolverle a este magnífico edificio, su dignidad.

Construida  en 1917, durante la “Belle Epóque”, soportó de todo.  Años de esplendor; un incendio (1930); robos; años de inoperancia administrativa, abandono y  finalmente, una sentencia a muerte, su cierre por quiebra, en 1997.  Curiosamente en ese año, es declarada “Monumento Histórico Nacional”.  Parece un chiste. Así y todo, todavía espera pacientemente que alguien se decida a traerla a la vida.

Del Molino siempre significó mucho para mí.  Ahí aprendió su oficio de pastelero, mi abuelo Angelito,- creador de exquisitas medias lunas o cañoncitos con dulce de leche-anécdota que me contaba, desde mi niñez, repetidísimas veces, y yo no me cansaba de escuchar, admirada.  Somos muchos, los nietos y nietas de inmigrantes, que sentimos orgullo por  esos abuelos, trabajadores, fuertes y valientes, que no dudaron en venir a América, viajando en ocasiones en forma muy precaria, en busca de mejores oportunidades, huyendo del hambre y las guerras despiadadas, solos, dejando en Europa la familia primaria, a veces, sin volver a verlos nunca más.

Tengo la esperanza,  como muchos habitantes de la Ciudad, de que alguien, con tan sólo un poco de sentido común, se ocupe, como se debe, de la Confitería “Del Molino”. Ojalá, podamos apreciar sus vitraux, su orfebrería, sus cinco pisos, sus tres subsuelos, sus herrajes artesanales, y las aspas del molino en movimiento, como antaño, y no sólo por fotos de época.  Exijo, su inmediata reconstrucción.  Es una deuda moral que tengo con mi abuelo para que él, esté donde esté, se sienta feliz.

ALICIA CAMPOS

No hay comentarios:

Publicar un comentario