Hacía muchos años que no visitaba el balneario
gesellino. La oportunidad la tuve el
primer día de este 2012, con motivo de llevar a mi hijo, que con cuatro amigos
más, habían alquilado un departamento, para veranear ahí. Todo un año de
preparativos para divertirse en ese lugar: dinero ahorrado, compra de ropa
nueva “de marca”, planes que se hicieron a lo largo de 2011, para aprovechar y
garantizar unas buenas vacaciones, donde además de todo el despliegue de
guardarropa, no podía faltar, (llevar también), toda la tecnología necesaria:
notebooks, celulares, etc.
Gesell es famoso porque es el lugar preferido de los jóvenes,
digamos “sub 18”, en adelante. Una edad que todavía los encasilla en la categoría
social de “vulnerables”. Los
adolescentes son una fuente inagotable de energía. Ellos la descargan en playas
y boliches bailables, compartiendo las salidas con amigos, con risas y gritos
de alegría, que a diferencia de nosotros los adultos, no se esfuerzan en
disimular. Todo lo contrario, les
encanta demostrar lo contentos que están y la verdad, nos contagian.
En la mente de estos muchachos, no está la posibilidad de que
alguna basura, los dañe, porque no tienen maldad y no piensan en eso, no porque
no tomen precauciones, todos los días desde el mundo adulto, les mostramos lo
enferma que está la sociedad en la que por desgracia, vivimos. Sus cabecitas está ocupadas en tratar de
divertirse y pasarla bien, como corresponde a su edad.
Como mencionaba más arriba, este primero de enero, dejé a mi
hijo y a sus amigos, locos de contentos, felices con el departamento alquilado,
que (no dije nada), a mí, me pareció una verdadera pocilga e inseguro. Eran
tantas las valijas y bolsos por tan poco
tiempo, tantas las recomendaciones que le di, días antes, que pensé, sonriendo,
que mis temores eran exagerados.
Quién, de ellos iba a imaginar que al segundo día de estar en
Gesell, y cuando volvían de bailar a las 6 de la mañana, sus vacaciones se
terminaban? Ninguno por cierto.. Las
ventanas que cerraron al irse, estaban ABIERTAS. Muy asustados y corriendo, llegaron a la
puerta del departamento, que estaba CERRADA y SIN FORZAR. Al entrar, comprobaron estupefactos, que estaba
COMPLETAMENTE VACÍO. Se habían llevado
TODO. Todas sus pertenencias habían desaparecido. Las malditas pirañas, que
entraron a robar, no les dejaron ni los cepillos de dientes. Eso sí, (y algo muy curioso), del
departamento, no tocaron nada. Es decir, microondas, TV, etc. eso no lo
robaron…curioso no? Acto seguido, y confieso que eso me llenó de odio, se
sentaron en el pasto a llorar desconsoladamente. Eso me dolió…ni media lágrima
valen esos despreciables e inadaptados.
Algo que alivió y mucho el desamparo que sintieron, fue la contención
que recibieron de la mamá y una amiga de los chicos, que vacaciona por la zona.
Los acompañó en todo momento, alojándolos en su casa, alimentándolos y
amparándolos. Mi eterna gratitud hacia
ellas!
Todo esto que narré más arriba, es sólo uno de las decenas de
casos vergonzosos que padecen los jóvenes (también familias enteras), que
veranean en ese balneario. Es tal el
grado de desprotección que se sufre! Empezando por los propietarios de esos
“lujosos” departamentos, que como se ven venir los reclamos de las víctimas,
por las vacaciones truncas, se hacen negar cobardemente, cuando uno los llama
por teléfono. Siguiendo (en la cadena de
sospechas), con los encargados de los edificios, del que,( en este caso), no
tengo pruebas, pero quedó muy mal parado, muy señalado….y por último, la
policía….que no está a la altura o que está en esta red de corrupción costera,
donde nadie de los mencionados parece inocente.
Dicen que la culpa no es del chancho, sino del que le da de comer…opino
lo mismo. De qué sirve tanto Operativo
Policial en las rutas, si los “chorros” se les ríen en la cara y saltando esos
“controles”, logran ingresar a los lugares de veraneo? O será que estos
ladrones de poca monta, son locales? Los medios de comunicación difunden la
inseguridad en la Costa Argentina, lógicamente por cada noticia de un robo, se
cometen diez. Es más que evidente, que a
NADIE, le interesa, “destapar” la olla y si no me creen, los invito a buscar en
internet el prontuario del Fiscal a cargo….que Dios nos cuide, porqué les
aseguro que es al único al que podemos recurrir.
ALICIA CAMPOS
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